Clinical obstetrics and Gynecology vol 49 number 3 506-516 sept 2006
La incidencia de aparición de un quiste simple, unicameral, durante un screening en pacientes postmenopausicas es menor del 20%. El propósito de este articulo es discutir la incidencia, etiología, evolución y manejo de las masas anexiales de hallazgo casual encontradas en pacientes postmenopaúsicas.
INCIDENCIA:
La incidencia de quistes de ovario asintomáticos en pacientes postmenopaúsicas esta establecida entre el 3 y el 18%. Cuando se encuentra accidentalmente un quiste de ovario en esta población, aproximadamente entre el 50 al 70% de ellos se resuelven espontaneamente.
Más aun, si el quiste es unilocular y menor de 10 cm de diametro el riesgo de malignidad es menor del 1% y un manejo conservador con control ecográfico y determinaciones de ca 125 es lo adecuado. Para masas no uniloculares lo aconsejable es un estudio más profundo para diferenciar entre benigno y maligno.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:
El diagnostico diferencial de las masas anexiales es complejo e incluye lesiones de origen infeccioso, quistes funcionales, patologia benigna y maligna y masas de otro origen no ovarico.
RADIOLOGIA:
Muchos articulos se han centrad en el analisis de varios aspectos de la morfologia ovarica para diferenciar las masas benignas de las malignas. El primero en definir esta relacion (apariencia macroscopica y riesgo de malignidad) fue el de Granberg`s (1989) y concluia que los quistes uniloculares se asociaban a un 0,3% de malignidad, los complejos multiloculares al 36% y las masas solidas al 39%.
Posteriormente en la university of Kentucky se desarrollo el Morfology Index (MI) para predecir el riesgo de malignidad en quistes ovaricos, a cada tumor se le puntua de 0 a 10 segùn el volumen tumoral y la complejidad morfologica. El riesgo de malignidad con MI<> 8 de un 84%.
El uso de la evaluación de flujo mediante doppler para diferenciar tumores benignos de malignos esta basado en la observación de una diferencia en la resistencia al flujo en vasos de tejido ovárico normal con respecto a aquellos asociados a malignidad.
Otras variedades de estudios de imagen incluyen eco con contraste, eco 3D, RMN y PET. Tras varios estudios comparativos de estas técnicas, se puede asegurar que la ecografia es el método diagnóstico más importante en la detección y valoración de las masas anexiales asintomáticas.
LABORATORIO:
La detección del antigeno CA-125 es el marcador asociado a CA de ovario más utilizado. Los valores están elevados (>35 U/ml) en aproximadamente el 90% de los pacientes con Ca de ovario avanzado. Sin embargo solo está elevado en el 50% de los diagnosticados en estadio I.
El Ca-125 tambien puede elevarse en otras patologias como miomas, enfermedad hepática o renal, enfermedad pélvica inflamatoria, endometriosis, embarazo y tumores ováricos benignos; como estas patologias ocurren principalmente en paciente premenopausicas, los valores de ca-125 tienen poco valor predictivo en pacientes en edad reproductiva.
Un valor de Ca-125 > 65U/ml se asocia a patologia maligna en un 49% de los casos en pacientes premenopausicas y en un 98% en postmenopausicas.
ESTRATEGIA DE MANEJO:
Las pacientes diagnosticadas en exploración de masa anexial deben ser sometidas a ecografia transvaginal con MI scre y a determinación del Ca-125. Las mujeres con quistes uniloculares menores de 5 cm y Ca-125 normal tienen un riesgo infimo de malignidad, por lo que lo aconsejable es control ecografico y analitico en 6 meses. El 70% de esas lesiones regresan espontaneamente.
Las mujeres con tumor ovarico complejo menor de 5 cm y Ca-125 normal son subsidiarias de eco con MI y analitica en 4 semanas. Durante el seguimiento si el volumen o complejidad de un tumor aumenta o si la determinación de ca-125 aumenta, al tumor debe ser extirpado. Si el MI disminuye y la cifra de Ca-125 permanece normal, pueden hacerse controles a intervalos de 3 a 6 meses.
Cualquier paciente con Ca-125 aumentado y formas complejas debe ser sometida a cirugia
me parece muy bien
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