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lunes, 19 de enero de 2015

Nueva revista sobre histeroscopia

Estimados compañeros:
Desde el equipo de Hysteroscopy Newsletter, nos complace comentaros que ya está disponible el primer número de nuestra nueva publicación. Sorprender hoy en día con publicaciones médicas es algo prácticamente imposible, pero nuestra ilusión y nuestra inquietud por profundizar en el conocimiento de la histeroscopia, hará que la lectura de esta publicación despierte su interés.
Hysteroscopy Newsletter es un espacio de debate abierto a todos los profesionales que quieran aportar sus conocimientos e incluso sus dudas. Hysteroscopy Newsletter es una ventana abierta al mundo de la histeroscopia. En definitiva se trata de una publicación realizada por ginecólogos para ginecólogos.

Esperamos que verdaderamente sea de vuestro agrado


http://www.hysteroscopy.info/


lunes, 1 de diciembre de 2008

Progresión de Hiperplasia Endometrial Atipica

Progresión of Atypical Endometrial Hyperplasia to Adenocarcinoma
Obstetrics and Gynecology vol 111, No2, Part 2, February 2008, 547-549


Infomación más precisa, interesante SOLO para médicos en www.hysteroscopy.info !!



El cancer endometrial es el cancer ginecológico mas frecuente en EUU con una estimación de 40.000 casos en 2007. El 75% de los canceres endometriales son endometrioides. Este es el tipo celular que tambien se encuentra en las lesiones hiperplasicas precancerosas del endometrio. La histerectomía es el tratamiento recomendado tanto para la hiperplasia endometrial atípica como para el adenocarcinoma endometrial. Mientras que la mayoría de los canceres endometriales ocurren en mujeres postmenopausicas, entre un 2-14% de los casos aparecen en mujeres menores de 40 años, preservar la fertilidad es una p`rioridad para esas pacientes. En esos casos se han utilizados progestagenos como el acetato de medroxiprogesterona y el acetato de megestrol para tratar la hiperplasia endometrial atípica y el adenocarcinoma endometrial con cierto grado de éxito. Más recientemente el DIU liberador de levonorgestrel (LNG) Mirena se ha sugerido como alternativa con menos efectos secundarios que el tratamiento oral. Describimos el caso de una infértil con hiperplasia endometrial atípica que progresó a adenocarcinoma endometrial grado I durante los 6 meses que tuvo un dispositivo liberador de LNG.

CASO CLINICOMujer de 41 años, nulipara, remitida a clinica de reproducción con diagnóstico de infertilidad primaria . Antecedente de ovarios poliquisticos con insulinoresistencia, hipertensión, hiperlipemia y obesidad (IMC 33). Varios años antes, habia sido sometida a resección histeroscòpica de pólipos endometriales y se habia hallado hiperplasia endometrial compleja sin atipia. Tras 6 meses de tratamiento hormonal oral con megace, una toma endometrial guiada por histeroscopia no mostró evidencia de hiperplasia residual.
Posteriormente asumimos sus controles y tratamos su infertilidad con un ciclo de FIV-TE. Este ciclo fue fallido y la paciente estaba planteándose someterse a la transferencia de embriones congelados cuando se observó por ecografía la recurrencia de sus pólipos endometriales. Se canceló la transferencia y se realizó una segunda polipectomía histeroscòpica con muestra endometrial y legrado, El estudio anatomopatológico reveló hiperplasia endometrial compleja con atipia. Aunque se le comentó que el tratamiento definitivo para esta patología era la histerectomía, se le ofrecieron tratamientos alternativos que podrían conservar la posibilidad de embarazos futuros. No estaba convencida de tomar otra vez acetato de megestrol ya que padeció aumento de peso y labilidad emocional la vez anterior. Tras comentarle los pocos datos disponibles sobre el dispositivo liberador de levonorgestrel para el tratamiento de la hiperplasia, la paciente se decidió por este tratamiento.
A los 3 meses de la inserción, la paciente fue citada en consulta de seguimiento, presentaba reglas escasas y no padecia efectos secundarios. La eco transvaginal mostraba una linea hiperecogenica endometrial de 9 mm de grosor. Si el grosor endometrial tras los 3 mreses hubiese sido menor, el plan era volver a biopsiar el endometrio tras retirar el dispositivo. Como el grosor era mayor de los esperado, la decisión fue dejar el dispositivo 3 meses más y volver a evaluar ecograficamente en 3 meses. Desafortunadamente la nueva medida ecográfica revelo una linea endometrial de 12mm a pesar de que la paciente comentaba reglas escasas. Se realizó biopsia con Pipelle con Diu inserto, el resultado anatomopatológico reveló un adenocarcinoma grado 1. La paciente fua sometidfa a histerectomía mas doble anexectomía + estadiaje como se recomendó por nuestros oncólogos. El estudio de la pieza revelo un adenocarcinoma endometrial estadio Ib grado 1. El postoperatorio cursó sin complicaciones.

COMENTARIOS
En pacientes con deseo futuro de fertilidad y con diagnostico de hiperplasia endometrial atípica o cancer endometrial grado I, son necesarias alternativas terapéuticas a la histerectomía. Los progestagenos orales se han estudiado y han demostrado ser seguros y se barajan como una alternativa efectiva. Randall y Kurman evaluaron el tratamiento con progesterona oral en 17 mujeres observando regresión histológica completa de la hiperplasia atípica en 16 de las 17. En otro estudio, 13 mujeres entre 23 y 40 años con diagnostico de carcinoma endometrial gado I fueron tratadas duarante al menos 3 meses con progesterona oral y seguidas durante 18 meses, el tiempo medio de respuesta para una regresión completa fue de 3,5 meses, 6 de las 13 tuvieron recurrencia de la enfermedad de las cuales 3 tuvieron una regresión histológica completa tras un segundo ciclo de progesterona.
Mientras que la progesterona oral puede ser util en la mayoria de los casos de hiperplasia epitelial atípica, los efectos secundarios indeseables asi como el interrogante en cuanto a la dosis adecuada en las mujeres obesas indujeron la necesidad de contar con un sistema de liberación local. Un estudio siguió a 8 mujeres con hiperplasia atípica que fueron tratadas con el sistema de liberación de LNG durante 12 meses, el tiempo de seguimiento se estableció entre 14 y 90 meses demostrando regresión completa en todas salvo en 1 de las pacientes (Maturitas 2007; 57: 210-3)
Otros casos publicados sugieren que el Mirena no es exitoso en el tratamiento de esas lesiones precancerosas y cancerosas. En un estudio publicado, el Mirena fue utilizado para tratar a una paciente con hiperplasia endometrial atípica y a otras 2 con adenocarcinoma debido al alto riesgo quirúrgico que presentaban, el dispositivo se mantubo durante 6 meses y durante el seguimiwento se observó regresión completa de la paciente con hiperplasia pero persistencia en las pacientes con adenocarcinoma. Una serie distinta que evaluó 18 meses de Mirena usado como tratamiento para el cancer inicial observó que una paciente tuvo regresión histológica completa mientras que las otras 3 tuvieron enfermedad persistente a los 6-12 y 18 meses.
Describimos el caso de una mujer infértil y obesa con ovarios poliquisticos en la que una biopsia histeroguiada durante la polipectomía mostró hiperplasia endometrial atípica. A pesar del tratamiento con Mirena durante 6 meses, el seguimiento reveló progresión de su lesión a adenocarcinoma endometrial grado I. Aunque otros estudios han mostrado resultados prometedores para el tratamiento de la hiperplasia atípica con el Mirena en pacientes con deseos de preservar la fertilidad, en este caso la lesion aparentemente progreso a lesión canceroda.
Sin duda, los dispositivos liberadores juegan un papel importante en el tratamiento de las hiperplasias epiteliales atípicas y quizas en los carcinomas bien diferenciados, especienmente en aquellas pacientes que son malas candidatas a la cirugía o con deseo de fertilidad futura. En el momento actual no existen estudios randomizados que comparen el Mirena con la terapia via oral para el tratamiento de esas lesiones. Debido a que la incidencia de la obesidad continua aumentando y que cada vez más mujeres de edad se someten a tratamientos de fertilidad, existe un incremento en los diagnosticos de hiperplasia endometrial y carcinoma en pacientes como la nuestra. Asi, mientras que el Mirena demuestra ser una opción de tratamiento viable para estas pacientes y más estudios demuestran su eficacia en el tratamiento de la hiperplasia endometrial atípica, nosotros no podemos recomendar su uso para el tratamiento de estas lesiones.

sábado, 12 de abril de 2008

Histeroscopia y cancer endometrio

Del articulo Valor diagnóstico de la imagen histeroscópica en el cáncer de endometrio
Ginecología y Obstetricia Clínica 2003;4(4):212-215


Infomación más precisa, interesante SOLO para médicos en www.hysteroscopy.info !!

Mas informacion sobre cancer endeomtrio en http://www.histeroscopia.es/Cancerendometrio.htm

La histeroscopia es un procedimiento sencillo que puede realizarse de forma ambulatoria. Nos permite visualizar la cavidad endometrial, obtener material para diagnóstico y, en algunos casos, realizar el tratamiento. Una de sus indicaciones es la metrorragia postmenopáusica. Ésta se puede deber a una causa benigna, como el pólipo endometrial, pero en un número no despreciable de pacientes se diagnosticará un cáncer de endometrio. Clark TJ, et al. Aportan una incidencia de cáncer de endometrio del 3,9% (95% CI, 3,7%-4,2%) de las histeroscopias realizadas por metrorragia. El diagnóstico definitivo lo aportará la anatomía patológica, pero a veces la imagen histeroscópica ya puede ser sospechosa de un proceso maligno. Nuestro estudio pretende determinar el valor diagnóstico de la imagen histeroscópica en el cáncer de endometrio.

Objetivo
Determinar la correlación entre la imagen histeroscópica y el diagnóstico anatomopatológico definitivo de la pieza quirúrgica.



Material y métodosEs un estudio retrospectivo de 43 mujeres (edad media 62 años, rango 30-87 años) con cáncer de endometrio sometidas a tratamiento quirúrgico a las que, previamente a este, se les realizó una histeroscopia con suero fisiológico. La principal indicación de ésta fue la metrorragia y/o la presencia de un engrosamiento de la línea endometrial.

Resultados
El síntoma de consulta más frecuente fue la metrorragia postmenopáusica (35/43 pacientes). El 79% (34/43) tenían un grosor endometrial medido por ecografía transvaginal superior a 5mm. Destacan 3 pacientes que se hallaban asintomáticas. Entre los antecedentes personales más frecuentes destacaron la obesidad (31/43), la hipertensión arterial (22/43) y la diabetes (13/43). Un total de 15 pacientes tenían antecedentes familiares de neoplasia maligna. En 37/43 (86%) pacientes se observó una imagen anormal en la histeroscopia, siendo en 21 de ellas (48,8%) sugestiva de neoplasia endometrial antes de confirmar el diagnóstico anatomopatológico de la
biopsia realizada durante el procedimiento. En el resto de los casos la imagen histeroscópica fue sugestiva de pólipo endometrial (11/43) o de mioma (5/43). En 6 casos no se observó ninguna imagen anómala. La imagen histeroscópica antes de la biopsia tuvo una sensibilidad del 48,8% para el diagnóstico de un cáncer de endometrio. El diagnóstico definitivo fue confirmado siempre mediante biopsia dirigida o por el legrado practicado posteriormente a la histeroscopia. En los seis casos negativos el diagnóstico lo aportó el estudio anatomopatológico del legrado uterino. Al describir la localización de la imagen sospechosa, la neoplasia afectaba con mayor frecuencia a toda la cavidad endometrial (57,2%) seguida por el fundus uterino (42,8%). Sólo en un caso hubo una complicación durante la histeroscopia con perforación uterina que se resolvió con conducta expectante y tratamiento antibiótico.
Una vez realizada la estadificación posquirúrgica, se observó que la mayoría de los casos (31/43) se encontraban en el estadio I. El lavado peritoneal fue positivo en 3 casos cuyo estadio postquirúrgico fue Ic G2, III G1 y Ia G3.




DiscusiónEl cáncer de endometrio es el tumor maligno más frecuente del sistema genital femenino y ocupa el cuarto lugar entre las neoplasias que aquejan a la población de sexo femenino. Es más frecuente en mujeres postmenopáusicas, de raza blanca, obesas, con bajo nivel de actividad física, diabéticas e hipertensas. Uno o más de estos factores de riesgo se hallaban en la mayoría de nuestras pacientes. Alteraciones en hormonas endógenas del metabolismo (androstendiona, testosterona, estrona y estradiol) pueden proporcionar los principales enlaces entre los riesgos de cáncer endometrial, el exceso de peso y la inactividad física. Otros estudios afirman que el estado menopáusico es un factor pronóstico variable independiente en pacientes con estadios precoces de la enfermedad pero no en pacientes con estadios avanzados en las que se asocia a la obesidad. La metrorragia postmenopáusica es el síntoma más común en el cáncer de endometrio. En Estados Unidos el 5% de todas las visitas al ginecólogo se deben a la aparición de este síntoma. La ecografía transvaginal, la biopsia endometrial, la dilatación con legrado y la histeroscopia son los procedimientos que disponemos para el diagnóstico del cáncer de endometrio. En nuestra serie se realizó ecografía transvaginal e histeroscopia a todas las pacientes. La ecografía transvaginal es la prueba mayormente realizada como primer paso diagnóstico por ser bien
aceptada por parte de la paciente, sin riesgos y con un coste bajo. Hay autores que la consideran una buena herramienta como sceening del cáncer de endometrio ante una metrorragia postmenopáusica. El punto de corte para distinguir el grosor endometrial normal del patológico varía entre 3 mm y 7 mm. El más aceptado en la literatura para definir un grosor dentro de la normalidad es menor o igual a 5 mm. Así, también lo expusieron en la Conferencia de Consenso de la Sociedad de Radiólogos en Ecografía celebrada en Washington en octubre del 2000. En nuestra serie el 79% de las mujeres tenían un grosor endometrial medido por ecografía superior a 5 mm. La sensibilidad de la ecografía transvaginal en el diagnóstico de cáncer de endometrio varía entre un 62% y un 100% y la especificidad entre un 46% y un 91%.
El examen histológico es el gold standard en el diagnóstico de la metrorragia causada por cambios endometriales malignos. El aspirado endometrial toma una muestra a ciegas sin poder visualizar la cavidad endometrial. Se han descrito un 30% de falsos negativos con este método, aunque hay autores que le atribuyen una sensibilidad de hasta el 86% (ej. con Pipelle). En un estudio retrospectivo realizado en nuestro centro con 82 pacientes (entre 1999-2000) que presentaban metrorragia postmenopáusica se obtuvo un porcentaje alto (57%) con respecto a que el aspirado endometrial no nos confirmó ningún diagnóstico. Al realizar la histeroscopia, en un 23% de estas pacientes se diagnosticó la presencia de pólipo endometrial. Realizar únicamente dilatación con legrado no reconoce cambios intrauterinos en aproximadamente del 5% al 15% de las pacientes. La histeroscopia es superior a la ecografía transvaginal y a la dilatación con legrado en el diagnóstico diferencial de patología intrauterina, ya sea hiperplasia, pólipos, miomas o cáncer de endometrio. Es importante realizar biopsias dirigidas ante cualquier lesión observada durante la realización de una histeroscopia ya sea diagnóstica o terapéutica. Esta biopsia nos proporcionará el diagnóstico definitivo cerca del 100% de los casos. En caso que el diagnóstico sea negativo para células malignas, muchas veces nos aportará información de la presencia de lesiones benignas como miomas o pólipos. Los falsos negativos en biopsia endometrial por cáncer son muy raros. En la literatura hallamos unas tasas de falsos negativos para la histeroscopia del 2%, una sensibilidad del 74% al 100% y una especificidad del 89% al 100%. Un resultado negativo en la histeroscopia reduce la probabilidad de cáncer al 0,6%. La sensibilidad de la imagen macroscópica obtenida por histeroscopia varía según diferentes estudios. Bedner R. calculó la sensibilidad diagnóstica en la imagen histeroscópica de varias lesiones. La concordancia de la imagen macroscópica con el informe anatomopatológico era variable según el tipo de lesión con un 90,9% en los miomas submucosos, un 86,9% en pólipos endometriales, un 25% en lahiperplasia endometrial y un 71,4% en los casos con carcinoma endometrial. En conclusión, la imagen histeroscópica no les proporcionaba suficiente información en el momento de diferenciar entre hiperplasia endometrial y carcinoma. Otros autores aportan estudios con una sensibilidad y especificidad de la imagen histeroscópica como predicción del cáncer de endometrio del 50% (similar a nuestro estudio) y 99,5% (p<0,01)>

ConclusiónLa sospecha de carcinoma de endometrio en la imagen macroscópica por histeroscópia tuvo una sensibilidad baja (48,8%). Sin embargo, sólo en 6 casos la histeroscopia fue negativa ya que en la mayoría de casos detectó una imagen anormal siendo la más frecuente el pólipo.